A partir del mes de junio decidí ampliar el tiempo que iba a dedicar al encuentro, haciéndolo más completo con una pequeña charla inicial, respiración Ha, tabla de ejercicios de bioenergética y meditación final. Lógicamente, el encuentro dejó de ser gratuito ya que la exigencia a nivel físico y de tiempo es importante, si bien, la primera clase aún es gratis.
Todos los encuentros han sido especiales para mí, puesto que tras su finalización mi sentir es de una profunda relajación tanto física como mental. El feedback de los participantes es muy positivo y eso hace que semana tras semana vuelva a organizar el encuentro con ilusión, a veces los necesito especialmente, cuando me siento muy cargado de emociones densas, pesadas y negativas porque nadie se libra de este tipo de emociones. La clave está en sentir la emoción y transmutarla, sin meternos en el círculo tóxico que ocurre como resultado de la rumiación en ella.
Los cambios tanto físicos como interiores requieren de un profundo compromiso con nosotros mismos y de ser disciplinados. El trabajo con el cuerpo nos da la posibilidad de tratar nuestras tensiones musculares, provocadas por emociones mal gestionadas, y en muchas ocasiones, poder conectar con esa emoción y disolverla; de ahí la importancia del trabajo que semana tras semana se realiza.
No existen garantías de nada, por supuesto. Yo he buscado un método definitivo que pusiera fin a sentir emociones densas y que me llevara a brillar. La vida me ha enseñado que es inevitable sentir estas emociones y , es más, es preciso sentirlas, entenderlas y transmutarlas. Los encuentros semanales son muy potentes porque nos permiten sentir nuestro cuerpo y cuando nos dejamos llevar por él, conectamos con lo que se esconde detrás de esas contracturas. Esto no siempre ocurre, pero cuando pasa, sentimos la emoción y nos entregamos a ella, se libera, dejándonos una profunda sensación de alivio.
En mi caso, en esta semana, solo conecté con el cuerpo, no llegué a profundizar en las emociones (no es lo mismo ser facilitador del encuentro que hacerlo para mí solo) pero la sensación al terminar fue de una relajación intensa física y mental que me permitió profundizar en la meditación. De mi relación con la meditación os hablaré en otro momento.
Un saludo a tod@s. Feliz día.
